A los padres y madres de los 43
A los estudiantes normalistas de la FECSM
A todo aquél que siente en su corazón la ausencia de los 43
Hoy, en la víspera del cumplimiento de un mes más sin la presencia de nuestros 43 jóvenes secuestrados por el estado mexicano, mientras los padres y madres, acompañados de normalistas y personas solidarias con su lucha acudieron a la Secretaría de Gobernación para exigir una audiencia en la cual se les den informes verdaderos y no más historias inventadas que caen por su propio peso, el mal gobierno los recibió con el único lenguaje que conoce y que le permite mantenerse en su frágil situación, con más del 90% de rechazo popular: la represión. Seguir leyendo Pronunciamiento ante el ataque a los padres de los 43→
A nuestros hermanos Purépechas
Al Congreso Nacional Indígena
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
A los medios libres
A los pueblos del mundo que resisten contra la guerra de exterminio
Nuevamente el mal gobierno se mancha de sangre. Nuevamente el ejército y la policía federal asesinan y privan ilegalmente de la libertad. Nuevamente el partido que se dice de izquierda pero dispara, desaparece y despoja con la derecha ataca a una comunidad indígena. Los pasados 4 y 5 de abril, Silvano Aureoles, gobernador perredista del estado de Michoacán, lanzó a sus bestias y las del mal gobierno federal para asesinar al pueblo. Promoviendo problemas intercomunitarios, ha mantenido el hostigamiento de bandas del crimen organizado de la comunidad de Capácuaro, que lucran con los recursos naturales en disputa, hacia la comunidad de Arantepacua, que junto a la de Nahuatzén y haciendo uso del legítimo derecho que les consagra nuestra Carta Magna y los tratados internacionales suscritos por nuestro país, declararon su autonomía hace algunos meses. Seguir leyendo Repudio al crimen de lesa humanidad del mal gobierno en Arantepacua→
Pero también se ha hecho evidente la solidaridad y el apoyo al gobierno y el pueblo de Venezuela desde México, donde organizaciones sociales se movilizaron hasta la embajada venezolana donde cuestionaron la posición adoptada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto al liderar una iniciativa injerencista junto al secretario general de la OEA, Luis Almagro. teleSUR
Al pueblo y gobierno de la República Bolivariana de Venezuela
Al pueblo latinoamericano.
A los pueblos del mundo.
Al Congreso Nacional Indígena
A la Sexta Nacional e Internacional
A los medios libres, tercios compas, o como se llamen
Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz. Esta es quizá la frase más emblemática de Don Benito Juárez García, presidente de México que debió enfrentar la invasión extranjera promovida por malos mexicanos apátridas y entreguistas. Esta frase es considerada una máxima en las relaciones de México con el mundo. Seguir leyendo Ante las infames declaraciones del aprendiz Videgaray→
Con motivo de la 13ª Semana del Apartheid Israelí se llevará a cabo alrededor del mundo entre Marzo y Abril de 2017, el Movimiento de BDS en México confirma su participación integrándose así a las mas de 225 ciudades participantes.
La Semana del Apartheid Israelí (SAI) es una serie de eventos internacionales que buscan aumentar la concienciación sobre el proyecto colonizador del régimen Israelí y el sistema de apartheid sobre el pueblo Palestino, aumentando el apoyo al creciente movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).
Este año se marcan 100 años de resistencia Palestina contra el colonialismo, desde el inicio de la Declaración de Balfour. SAI será una oportunidad para reflexionar sobre esta resistencia y seguir avanzando en las campañas de BDS para el continuo crecimiento e impacto de nuestro movimiento.
El Movimiento de BDS junto con otros colectivos han elaborado una serie de eventos que tendrán lugar en la primera semana de abril y algunas acciones se extenderán hasta Mayo. Entre las actividades se encuentran charlas, actividades culturales y académicas.
Las actividades se realizaran en la Ciudad de México, Guadalajara y Puebla gracias a la colaboración voluntaria de diversos colectivos mexicanos y movimientos sociales.
A nuestros hermanos mayores de los pueblos originarios y residentes en México y en el mundo.
A todos quienes luchan por construir un mundo mejor
Este día 11 de marzo de 2017, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer trabajadora, el colectivo Mujeres y la Sexta, participante en la Red Contra la Represión y por la Solidaridad y adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, tenía convocado un festival político cultural en la explanada del palacio de las Bellas Artes, patrimonio de todos los mexicanos.
Al encontrarse montando la carpa que habría de servir de foro para la realización de las actividades culturales, el régimen fascista del Distrito Federal, bajo las órdenes del regente priista-perredista Miguel Ángel Mancera Espinoza (MAME), reprimió a los compañeros, resultando golpeadas varias mujeres y niños, y de manera brutal un joven que intentó defenderlas, a quien, con la cobardía que caracteriza a los cuerpos policiacos, golpearon tumultuariamente. Además, secuestraron a varios compañeros, a quienes retuvieron durante un par de horas hasta que la presión de los compañeros organizadores y acompañantes logró que los liberaran (no tenemos más detalles por ahora).
Luego de el acto de abuso de autoridad referido, llegó otro elemento policiaco pretendiendo hacer el papel del policía bueno y llamando al diálogo, cuando el diálogo ya lo habían hecho de la única que conoce el mal gobierno. Finalmente, luego de de momentos de mucha tensión, se desplazó el lugar de la celebración del festival político cultural unos metros, a un costado del palacio de Bellas Artes, evitando el mal gobierno, además, la instalación de la carpa, con la intención de que la lluvia, si se presentaba, consiguiera ahuyentar a la gente.
Ante estos cobardes actos alzamos la voz para condenar la actuación de un mal gobierno que ha venido privatizando la capital de México, entregándola a intereses trasnacionales e inversionistas locales, privando de su forma de sustento a miles de habitantes, con el fin de construir un aspecto «limpio», es decir, sin pobres. Denunciamos que mientras se permite la realización de actividades elitistas en el Zócalo capitalino, esa misma plaza le es negada al pueblo, y ahora pretenden negarnos cualquier otro espacio.
Hacemos responsable a MAME por las secuelas físicas y sicológicas que puedan tener los compañeros agredidos por los elementos terroristas vestidos de policías, y reiteramos nuestro desconocimiento del gobierno en sus tres órdenes y en sus tres niveles.
Abrazamos a las compañeras de Mujeres y la Sexta y a todas las organizaciones que apoyan la realización del festival conmemorativo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Reiteramos el urgente llamado a organizarnos de manera autónoma y autogestiva, comunitaria, sin partidos ni líderes que no nos representan, y coordinarnos horizontalmente para recuperar y reconstruir nuestro país.
La autonomía es la vida, la sumisión es la muerte.
¡Hasta la victoria!
¡Patria y vida! (Y no decimos Patria como ese concepto impuesto por el alguna vez Nuevo Orden Mundial, sino en el sentido Martiano de ¡Patria es Humanidad!)
Por Mexicanos Unidos
Armando Soto
Agradeceremos difundir la nota y dar a conocer la situación que día a día vivimos los habitantes de la Ciudad de México ante la represión constante de un mal gobierno que se dice de izquierda.
Hoy el nivel de degradación social es más profundo que antes de la Revolución de 1910. El 84.4 % de la población vive en situación de pobreza (100 millones 800 mil personas), de éstos, 40 millones 800 mil padecen pobreza extrema, tal como lo ha reconocido el Banco Mundial; 4 millones 100 mil niños y adolescentes no asisten a la escuela, así lo ha informado la ONU; la deserción escolar alcanza a casi el treinta por ciento de los alumnos del nivel básico al superior. De 1982 a la fecha, el poder adquisitivo de los salarios ha disminuido un 80%; el número de quienes perciben el salario mínimo ha crecido dos millones en los últimos 4 años y el de quienes ganan más de cinco salarios mínimos ha disminuido notablemente; los últimos dos millones de empleos creados son precarios, con bajísimos salarios y sin prestaciones sociales. El INEGI ha informado que cada día mueren 20 personas por desnutrición, es decir siete mil trescientas al año; un verdadero genocidio económico.
Son “logros” de los gobernantes que, a partir de 1982, privatizaron más de mil 200 empresas públicas de telecomunicaciones, aéreas, ferroviarias, mineras, metalúrgicas, almacenadoras y procesadoras de alimentos; privatizaron los ejidos para despojar de la tierra a los campesinos y, a los que no quisieron venderla, los abandonaron y obligaron a competir con los agricultores estadounidenses, que reciben de su gobierno un subsidio anual de 956 mil millones de dólares; desmantelaron el sistema de cooperativas de producción y de servicios y entregaron los bancos a los extranjeros que hoy poseen más del 90 % del capital financiero del país.
Prometieron llevarnos al primer mundo, pero convirtieron a nuestro país en la tierra de la violencia, la inseguridad y la desesperanza. Las desapariciones forzadas, los desplazamientos forzados, las fosas clandestinas, la trata de personas, el tráfico de órganos y los feminicidios se volvieron la peor pesadilla para el pueblo. Las autoridades y sus cuerpos policiales se muestran incapaces y no pocas veces, cómplices del crimen organizado.
Para entregar las tierras, las minas, las playas y los energéticos a los extranjeros, han hecho cambios a la Constitución que contravienen los principios contenidos originalmente en la misma y se aprestan a entregar los sistemas educativo y de salud a los dueños del capital, al negocio vil. Pero esos cambios- que no reformas -son nulos de pleno derecho, tal como disponen los artículos 135 y 136 de nuestra Carta Magna, esa que redactaron los constituyentes pero que dictó nuestro pueblo en armas.
Los programas y acciones de estos gobernantes fueron diseñados y ordenados desde hace más de 30 años por los dueños del dinero, a través del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que se han constituido en una auténtica dictadura mundial. Para cumplir con esos dictados, el gobierno, como verdadero súbdito del capital trasnacional, se dispone a someter a los mexicanos a sangre y fuego. Después del gasolinazo, han seguido los aumentos a los alimentos y demás artículos de primera necesidad.
A los gobernantes no les importa ser señalados por la OEA y la ONU por sus violaciones generalizadas y sistemáticas a los derechos humanos y por ser omisos en investigar y castigar a los verdaderos responsables de atrocidades como las de Aguas Blancas, El Charco, Acteal, El Bosque, Atenco, San Fernando, la Guardería ABC, Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato, Ostula y Nochixtlán; así como la represión brutal contra las autodefensas de Michoacán, el despojo descomunal contra la Tribu Yaqui, el hostigamiento constante contra la Nación Triqui, la represión y criminalización a los maestros de la CNTE. El objetivo es aterrorizar al pueblo para someterlo. Por eso pretenden legalizar la participación de las fuerzas armadas en tareas policiales, contraviniendo lo expresamente dispuesto por los artículos 21 y 129 de la ley suprema. También para eso las han subordinado al Comando Norte del ejército estadounidense.
Quienes nos gobiernan son extranjeros nacidos en México y están perpetrando el más grande despojo que haya sufrido nuestra Nación desde 1521 y los efectos de sus actos constituyen un crimen de lesa patria.
La situación que padece nuestra Patria nos impone la urgente tarea de unirnos para corregir el camino y recuperar lo nuestro. Caminemos al lado de nuestros hermanos mayores, los pueblos originarios que han resistido más de 500 años de injusticia, discriminación y despojo. No basta conocer la realidad, indignarnos e insultar a los que han subvertido el orden Constitucional; las cosas cambiarán si luchamos organizados, para hacer respetar la soberanía nacional e impedir que vuelvan a saquear nuestra riqueza a cambio de cuentas de vidrio o de papeles verdes.
El imperialismo estadounidense, hoy representado por Donald Trump, siempre ha pretendido apoderarse de nuestra riqueza; sus actos fascistas de hoy constituyen una amenaza externa similar a la invasión que cercenó nuestro territorio. Ante esto, debemos redoblar los esfuerzos para lograr la unión del pueblo mexicano, capaz de enfrentar al enemigo que hoy nos agrede desde dentro y desde fuera.
Como lo han registrado las encuestas de varios medios de comunicación, más del 80% de los mexicanos reprobamos la gestión del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto.
Ha llegado la hora de alcanzar la libertad, la democracia y la justicia para todos los hijos de esta maravillosa tierra. Como lo señalamos en la Proclama que publicamos el 4 de junio de 2015, en un diario de circulación nacional, tenemos recursos naturales suficientes y la capacidad y el talento de millones de mujeres y hombres trabajadores en la ciudad y el campo para lograrlo.
Es inaplazable que, con base en lo dispuesto en los artículos 39, 84, 87 y 136 Constitucionales, el ciudadano Peña Nieto abandone el cargo que ostenta, para que sea nombrado un Presidente substituto, pero no de entre los mismos vividores del actual sistema electoral, sino una persona que cumpla la Constitución y que respete la actividad que llevará a cabo el pueblo para abolir este sistema opresor e inhumano y sustituirlo por otro apegado a nuestra cultura ancestral basada en la vida comunitaria, en el respeto a la naturaleza y el cuidado a la madre tierra; principios que están contenidos en los artículos 3º, Fracción II, inciso a); 25, 27, 28 y 39 de la Constitución, que recibimos como herencia irrenunciable.
Tenemos que liberarnos ya; porque ni México es un páramo, ni los mexicanos somos los parias del mundo.
Es la hora de la unidad de todos los patriotas que están en la escuela, en el campo, en la fábrica, en el taller, en la oficina pública o privada, en el trabajo informal, en las labores del hogar, en el arte, la cultura, el deporte, en los cuerpos policiales y en las fuerzas armadas.
Con respeto a todas las propuestas y acciones pacíficas que llevan a cabo los valientes pueblos del norte, del sur y del centro del país, avancemos en la organización horizontal coordinada, de todos los movimientos y organizaciones en lucha; para preparar un verdadero Paro Cívico Nacional y otras acciones igualmente importantes, para restablecer la vigencia de la Constitución y restaurar nuestra República. Sin pueblo organizado no hay democracia.
Si nos quedamos cruzados de brazos, no tendremos cara para mirar de frente a las nuevas generaciones.
El pasado 5 de febrero de 2017, al cumplirse 100 años de la proclamación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el Hemiciclo a Juárez, nos reunimos a celebrar tan importante fecha.
Compartimos algunos materiales. Iremos actualizando esta nota, por lo que invitamos al lector a volver a revisarlo.
¡LA PATRIA NO AGUANTA MÁS!
Hoy el nivel de degradación social es más profundo que antes de la Revolución de 1910. El 84.4 % de la población vive en situación de pobreza (100 millones 800 mil personas), de éstos, 40 millones 800 mil padecen pobreza extrema, tal como lo ha reconocido el Banco Mundial; 4 millones 100 mil niños y adolescentes no asisten a la escuela, así lo ha informado la ONU; la deserción escolar alcanza a casi el treinta por ciento de los alumnos del nivel básico al superior. De 1982 a la fecha, el poder adquisitivo de los salarios ha disminuido un 80%; el número de quienes perciben el salario mínimo ha crecido dos millones en los últimos 4 años y el de quienes ganan más de cinco salarios mínimos ha disminuido notablemente; los últimos dos millones de empleos creados son precarios, con bajísimos salarios y sin prestaciones sociales. El INEGI ha informado que cada día mueren 20 personas por desnutrición, es decir siete mil trescientas al año; un verdadero genocidio económico.
Son “logros” de los gobernantes que, a partir de 1982, privatizaron más de mil 200 empresas públicas de telecomunicaciones, aéreas, ferroviarias, mineras, metalúrgicas, almacenadoras y procesadoras de alimentos; privatizaron los ejidos para despojar de la tierra a los campesinos y, a los que no quisieron venderla, los abandonaron y obligaron a competir con los agricultores estadounidenses, que reciben de su gobierno un subsidio anual de 956 mil millones de dólares; desmantelaron el sistema de cooperativas de producción y de servicios y entregaron los bancos a los extranjeros que hoy poseen más del 90 % del capital financiero del país.
Prometieron llevarnos al primer mundo, pero convirtieron a nuestro país en la tierra de la violencia, la inseguridad y la desesperanza. Las desapariciones forzadas, los desplazamientos forzados, las fosas clandestinas, la trata de personas, el tráfico de órganos y los femenicidios se volvieron la peor pesadilla para el pueblo. Las autoridades y sus cuerpos policiales se muestran incapaces y no pocas veces, cómplices del crimen organizado.
Para entregar las tierras, las minas, las playas y los energéticos a los extranjeros, han hecho cambios a la Constitución que contravienen los principios contenidos originalmente en la misma y se aprestan a entregar los sistemas educativo y de salud a los dueños del capital, al negocio vil. Pero esos cambios- que no reformas -son nulos de pleno derecho, tal como disponen los artículos 135 y 136 de nuestra Carta Magna, esa que redactaron los constituyentes pero que dictó nuestro pueblo en armas.
Los programas y acciones de estos gobernantes fueron diseñados y ordenados desde hace más de 30 años por los dueños del dinero, a través del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que se han constituido en una auténtica dictadura mundial. Para cumplir con esos dictados, el gobierno, como verdadero súbdito del capital trasnacional, se dispone a someter a los mexicanos a sangre y fuego. Después del gasolinazo, han seguido los aumentos a los alimentos y demás artículos de primera necesidad.
A los gobernantes no les importa ser señalados por la OEA y la ONU por sus violaciones generalizadas y sistemáticas a los derechos humanos y por ser omisos en investigar y castigar a los verdaderos responsables de atrocidades como las de Aguas Blancas, El Charco, Acteal, El Bosque, Atenco, San Fernando, la Guardería ABC, Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato, Ostula y Nochixtlán; así como la represión brutal contra las autodefensas de Michoacán, el despojo descomunal contra la Tribu Yaqui, el hostigamiento constante contra la Nación Triqui, la represión y criminalización a los maestros de la CNTE. El objetivo es aterrorizar al pueblo para someterlo. Por eso pretenden legalizar la participación de las fuerzas armadas en tareas policiales, contraviniendo lo expresamente dispuesto por los artículos 21 y 129 de la ley suprema. También para eso las han subordinado al Comando Norte del ejército estadounidense.
Quienes nos gobiernan son extranjeros nacidos en México y están perpetrando el más grande despojo que haya sufrido nuestra Nación desde 1521 y los efectos de sus actos constituyen un crimen de lesa patria.
La situación que padece nuestra Patria nos impone la urgente tarea de unirnos para corregir el camino y recuperar lo nuestro. Caminemos al lado de nuestros hermanos mayores, los pueblos indígenas que han resistido más de 500 años de injusticia, discriminación y despojo. No basta conocer la realidad, indignarnos e insultar a los que han subvertido el orden Constitucional; las cosas cambiarán si luchamos organizados, para hacer respetar la soberanía nacional e impedir que vuelvan a saquear nuestra riqueza a cambio de cuentas de vidrio o de papeles verdes.
El imperialismo estadounidense, hoy representado por Donald Trump, siempre ha pretendido apoderarse de nuestra riqueza; sus actos fascistas constituyen una amenaza externa similar a la invasión que cercenó nuestro territorio. Ante esto, debemos redoblar los esfuerzos para lograr la unión del pueblo mexicano, capaz de enfrentar al enemigo que hoy nos agrede desde dentro y desde fuera.
Como lo han registrado las encuestas de varios medios de comunicación, más del 80% de los mexicanos reprobamos la gestión del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto.
Ha llegado la hora de alcanzar la libertad, la democracia y la justicia para todos los hijos de esta maravillosa tierra. Como lo señalamos en la Proclama que publicamos el 4 de junio de 2015, en un diario de circulación nacional, tenemos recursos naturales suficientes y la capacidad y el talento de millones de mujeres y hombres trabajadores en la ciudad y el campo para lograrlo.
Es inaplazable que, con base en lo dispuesto en los artículos 39, 84, 87 y 136 Constitucionales, el ciudadano Peña Nieto abandone el cargo que ostenta, para que sea nombrado un Presidente substituto, pero no de entre los mismos vividores del actual sistema electoral, sino una persona que cumpla la Constitución y que respete la actividad que llevará a cabo el pueblo para abolir este sistema opresor e inhumano y sustituirlo por otro apegado a nuestra cultura ancestral basada en la vida comunitaria, en el respeto a la naturaleza y el cuidado a la madre tierra; principios que están contenidos en los artículos 3º, Fracción II, inciso a); 25, 27, 28 y 39 de la Constitución, que recibimos como herencia irrenunciable.
Tenemos que liberarnos ya; porque ni México es un páramo, ni los mexicanos somos los parias del mundo.
Es la hora de la unidad de todos los patriotas que están en la escuela, en el campo, en la fábrica, en el taller, en la oficina pública o privada, en el trabajo informal, en las labores del hogar, en el arte, la cultura, el deporte, en los cuerpos policiales y en las fuerzas armadas.
Con respeto a todas las propuestas y acciones pacíficas que llevan a cabo los valientes pueblos del norte, del sur y del centro del país, avancemos en la organización horizontal coordinada, de todos los movimientos y organizaciones en lucha; para preparar un verdadero Paro Cívico Nacional y otras acciones igualmente importantes, para restablecer la vigencia de la Constitución y restaurar nuestra República. Sin pueblo organizado no hay democracia.
Si nos quedamos cruzados de brazos, no tendremos cara para mirar de frente a las nuevas generaciones.
Ciudad de México, a 5 de febrero de 2017
MEXICANOS UNIDOS ASOCIACIÓN NACIONAL DE ABOGADOS DEMOCRÁTICOS.
www.mexicanosunidos.org.mx
Lic. Porfirio Martínez González, C. Rigoberto Vargas Espinoza, C. Ignacio Ocaña Guzmán, Dr. Enrique González Ruiz, General Francisco Gallardo, General Samuel Lara Villa, C. Gustavo Martínez Ordoñez, Lic. Lamberto González Ruiz, Lic. Lauro Jonathan Sol Orea, Lic. Armando Soto Baeza, Dr. Alfredo Rustrián, Dr. Javier Velázquez Moctezuma, C. Francisco Pérez Rangel, Lic. Gracia Moheno Verduzco, C. Rosa Martha Zárate Macías, C. Paloma Saiz Tejero, C. Marina Taibo Saiz, Lic. Mónica Sánchez Camuñas, Dra. Patricia Mancera Robles, Dr. Luis M. Nuñez García, Profr. Rafael Alfaro Velasco, Profr. Fermín Dominguez Lopez, Arq. Sergio H. López Machado, Arq. Silverio Quintero Gutiérrez, Lic. José Lavanderos, Dr. Inocencio V. Rodríguez Flores, Lic. Patricia Tello Aguilera