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Sobre los 5 de la Narvarte

No conocí a Nadia ni a Rubén. O quizá sí. Tal vez nos encontramos anónimamente en alguna marcha, en algún mitín, apoyando a algunos de los muchos nosotros que somos. Pero no necesito haberlos conocido para sentir su pérdida. Su muerte, así como la de Yesenia y las otras dos mujeres víctimas de feminicidio de manos del estado es una afrenta a todos. Torturaron sus cuerpos y cortaron sus sueños, sus vidas. Y con ellos también cortaron un poco las nuestras. Pero con este nuevo crimen de estado no callaran las voces que a cada golpe se reproducen, ni limpiarán las calles de nosotros, pues cada caído se convierte en una semilla que germina y da frutos nuevos, y las calles se llenan cada vez más.

Este cuádruple feminicidio en una entidad que está en los primeros lugares a nivel nacional en ese rubro, por más que lo calle el “democrático e izquierdista” gobierno local, así como el de un valiente y comprometido reportero gráfico (otro más), hay que entenderlos en su adecuado contexto. Se trata de un crimen político, para deshacerse de dos incómodos (Rubén y Nadia) y mandarnos un mensaje de terror que nos mantenga callados y pasivos. El gobierno (desgobierno) mexicano esta haciendo agua. Los criminales que secuestraron al estado lo saben y están desesperados. Del mismo modo en que el decadente imperio yanqui arrasa con todo a su paso sembrando guerras por todo el mundo en su inútil intento por salvarse, en México, su régimen títere está al borde del acantilado. La partidocracia ha mostrado ser un camino inútil y mórbido, encaminado tan solo a desmovilizar a un pueblo que por años se conformó con eso, pero que cada día cobra mayor consciencia de su responsabilidad directa y de la inutilidad de continuar con el autoengaño, pues de lo contrario, en pocos meses no le quedará nada qué defender, y con ello, poco o nada podrá ofrecer a las nuevas y a las futuras generaciones de mexicanos. Está en peligro la existencia misma de México como nación independiente, aunque dicha independencia haya sido una realidad muy poco clara hasta ahora. En este sentido, el papel de los informadores genuinos y de los promotores y defensores de los Derechos Humanos, constituye dos piedras especial especialmente molestas en los zapatos de la mafia del estado. Ellos quisieran controlar a la totalidad de los periodistas, como hacen con algunos de los más conocidos, quienes con total descaro elogian todo de sus títeres, incluso las frivolidades más obscenas; quisieran también que los promotores y defensores de Derechos Humanos se comportaran todos bien, como los institucionales, que hacen como que hacen, pero solo se hacen. Rubén y Nadia representan, respectivamente, lo más sincero de estos campos. El, con una importante trayectoria como un talentoso periodista gráfico, comprometido con las causas del pueblo; ella, activista valiente, siempre presente en la lucha social. Ambos habían sido amenazados por el narco gobernador de Veracruz y habían tenido que refugiarse en la otrora “ciudad de la esperanza”, donde, a pesar de haber hecho públicas las amenazas de que habían sido objeto, el gobierno de la falsa izquierda no hizo nada para protegerlos. Más aún, fiel a su costumbre, el regente capitalino se apresura a capitalizar la tragedia para su beneficio, prestándose a un nuevo teatro vulgar que asegure la impunidad a su amigo veracruzano. Finalmente, a él también le incomodan mucho los periodistas y los activistas, y también suele darles un trato degradante, apresándolos y distribuyéndolos en tantos ministerios públicos como le sea posible para dificultar la pronta actuación de sus defensas y acusándolos de los delitos más graves que su enferma imaginación le pueda aconsejar, para escarmiento de las víctimas y de los que pueden ser los siguientes. Sobra comentar las linduras de trato que les dan los adiestrados policías capitalinos a los detenidos.

Debe quedar claro, el cuádruple feminicidio y el asesinato de un periodista, habiendo constancia de amenazas previas en contra de él y de una de las mujeres asesinadas, debe entenderse como un crimen producto de la confabulación de las fuerzas más oscuras en el poder de facto, tanto federal, como de Veracruz y el DF, y como una amenaza velada al movimiento social. Es claro que han pasado de la represión al exterminio del pueblo, especialmente, pero no solo, del movilizado.

Ante esta situación no deberemos caer en el desánimo, la desesperación, ni la provocación. Es el momento ya de dejar de lado las visiones unívocas y organizarnos todos. Si nos limitamos a defender lo que más directamente nos afecta, al final lo perderemos todo. Participemos en las acciones colectivas de la Asamblea Nacional Popular, tomemos parte activa en el Paro Nacional convocado para el 14 de Octubre, organicemos brigadas, células, comités, colectivos o el tipo de grupo que sea, para promover la participación en la defensa y recuperación de nuestros recursos y en la construcción de una nueva nación, igualitaria, multicultiral, pluriétnica, laica, pero tolerante con todos los credos, con una política participativa, no representativa, pues ya quedó claro que ese modelo de democracia burguesa solo sirve para darle apariencia legal a la explotación, el despojo, el desprecio y la represión. Armemos espacios de discusión y participación popular y nombremos representantes temporales de cada uno de esos espacios para participar en la Asamblea Nacional. Entre todos hemos de decidir el rumbo y las formas, pero ya no caeremos en las trampas de los promotores del negocio electoral.

Lee y firma la proclama que lanzamos en junio pasado en la dirección http://www.mexicanosunidos.org.mx .

¿Qué puedes hacer tú para cambiar el país? ¡Muchas cosas! Además de sumarte a los esfuerzos colectivos que cito arriba, puedes tomar medidas muy concretas y que te representarán beneficios económicos y a tu salud (física y mental). Revisa periódicamente el sitio de Mexicanos Unidos, donde iremos compartiendo algunos ejemplos.

¿Existiría un tirano sobre un pueblo que no le diera elementos para sostenerse? — Praxedis Guerrero

De imbéciles y salvadores. La necesaria suma de las partes.

Los imbéciles ¿Serán?

En parte por su torpeza y su ignorancia, y otro tanto como una mecanismo sicológico, solemos considerar al usurpador Enrique Peña Nieto, como un imbécil. Es verdad que se trata de un personaje de muy escasa cultura y de dudosa formación profesional, tan dudosa como su legitimidad como presidente.

Igualmente, lo desconocemos como el mandatario mexicano, pues sabemos bien que es producto de la imposición del sistema y que el proceso de impostura inició incluso algunos meses antes de que iniciaran las precampañas del 2012. En efecto, el equipo de transición que fue dirigido por el General Macedo de la Concha, ex titular de la PGR en tiempos del foxismo, inició sus trabajos de recepción del gobierno al menos en noviembre de 2011. De manera que la transición del calderonato al ependejato ocurrió por decisión de los verdaderos mandones en el país, es decir, los organismos financieros internacionales y el imperio yanqui-sionista, siendo el proceso electoral del 2012 una mera farsa que buscó, sin éxito, legitimar la nueva usurpación. En ese sentido, la realidad nos da la razón, pues no es el títere quien dirige las riendas del país, sino sus amos extranjeros. Seguir leyendo De imbéciles y salvadores. La necesaria suma de las partes.

SI EL GOBIERNO DESACATA LA CONSTITUCIÓN, NOSOTROS DESCONOCEMOS AL GOBIERNO.

SI EL GOBIERNO DESACATA LA CONSTITUCIÓN, NOSOTROS DESCONOCEMOS AL GOBIERNO.

Los mexicanos provenimos de una de las seis civilizaciones originarias del mundo. Nuestra historia comenzó hace más de once mil años. Su amplio conocimiento científico; así como su cosmogonía, basada en el amor y respeto a la madre tierra, en la armonía con la naturaleza y su vida social fundada en la ética y la supremacía del interés colectivo sobre el individual, logró que esta civilización no haya contaminado el agua, la tierra, ni el aire.
En los últimos quinientos años, nuestro pueblo se ha defendido de los imperios español, francés y estadounidense. En las luchas por la Independencia, la Reforma y la Revolución, se gestaron los principios plasmados en nuestro actual Pacto Social, aprobado por el Constituyente de 1917, pero dictado por más de un millón y medio de mujeres y hombres que ofrendaron su vida para acabar con la dictadura que había entregado las tierras, las minas, los bancos, el petróleo, la electricidad, los ferrocarriles y la producción de alimentos a los grandes capitalistas, principalmente extranjeros.
En la Constitución quedaron establecidos estos principios esenciales:
La democracia: “… como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”. Artículo 3o, fracción II inciso a).
La rectoría del Estado: “Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional…
El sector público tendrá a su cargo, de manera exclusiva, las áreas estratégicas…-
La ley establecerá los mecanismos que faciliten la organización y la expansión de la actividad económica del sector social: de los ejidos, organizaciones de los trabajadores, cooperativas, comunidades, empresas que pertenezcan exclusiva o mayoritariamente a los trabajadores,…”. Artículo 25.
La propiedad originaria de la riqueza natural: “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación.-
La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público…, con objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana…- Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales;…de todos los minerales…; los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos; y el espacio situado sobre el territorio nacional,…-…el dominio de la Nación es inalienable e imprescriptible…-Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno…o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos,…y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos,…”. Artículo 27.
Las áreas estratégicas: “No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; petróleo y los demás hidrocarburos; petroquímica básica; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; electricidad y las actividades que
expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión.” Artículo 28.
La soberanía nacional:“…reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para el beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.” Artículo 39.
Inmutabilidad de los principios Constitucionales: “La presente constitución puede ser adicionada o reformada…”. Artículo 135.
Inviolabilidad de la Constitución: “Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor; aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público, se establezca un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que hubieren cooperado con ésta.” Artículo 136.
Estos principios son inmutables e inviolables, aunque los contravengan o los pretendan cambiar el ejecutivo federal, la totalidad de los legisladores federales y locales y lo permitan todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El actual estado de descomposición social que sufre nuestro país no lo ha causado la Constitución; sino los gobernantes corruptos y autoritarios que hemos padecido desde 1982, mismos que se pusieron al servicio de los intereses de los grandes capitalistas, principalmente extranjeros.
Ellos privatizaron más de mil empresas de propiedad pública, los ejidos y la seguridad social; pusieron los ahorros de los trabajadores en manos de los banqueros, la mayoría extranjeros que hoy concentran más del 90 % del capital financiero del país; desmantelaron el sistema cooperativista y disminuyeron en un 85 % los salarios reales de los trabajadores. Dejaron el campo en manos del capital financiero, para que hoy importemos el 60% de los alimentos que consumimos.
Dejaron a más de 8 millones de jóvenes sin trabajo y sin escuela; a cientos de miles de niños estudiando en escuelas sin paredes, techo, agua, electricidad ni baños.
Son causantes de que la niñez mexicana sea víctima del acoso, la violencia y de los traficantes de personas y órganos, como lo ha reconocido la Unicef. Además, de que 154 mil niños menores de 6 años mueran al año por causas derivadas de la pobreza extrema.
Mediante el empobrecimiento extremo, expulsaron a más de 12 millones de mexicanos, colocándonos en el primer lugar mundial en expulsión de nacionales, por encima de países en guerra como Irak y Siria. Pero nos han colocado en los últimos lugares en educación y en el nivel de desarrollo y calidad de vida; con el 84.4% de la población en condiciones de pobreza, como lo reconoce el Banco Mundial.
Estos gobernantes han endeudado al país a favor de los bancos extranjeros. A partir de 1982 han contratado empréstitos por más de 500 mil millones de dólares y, sólo por concepto de intereses y servicio se han pagado alrededor de 600 mil millones de dólares. No obstante, hoy la deuda nacional asciende a 600 mil millones de dólares, más de 8 millones de millones de pesos. Entre 2013 y 2014 la han incrementado en un 33%, imponiendo a cada mexicano una deuda de más de 66 mil 666 pesos.
Al crimen industrial de Pasta de Conchos y el infanticidio de la Guardería ABC, han sumado la masacre de Tlatlaya; el asesinato de seis personas, la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa y la masacre de Apatzingán.

 impedir que los ciudadanos, principalmente los jóvenes, protesten contra la entrega de nuestros recursos naturales.
Han contravenido la Constitución mediante la simulación, la corrupción y la impunidad.
Con la proliferación del crimen organizado, que recibe armas y dinero de los centros económicos de los Estados Unidos, cuyo gobierno aprovecha para aumentar su intromisión en nuestro país; generando el clima de zozobra y caos social propicio para apoderarse de nuestros recursos naturales.
Para favorecer a los monopolios extranjeros, recientemente mutilaron, no reformaron, los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución. Hoy pretenden entregar nuestros recursos energéticos, el agua y la soberanía, dejando que los agentes extranjeros actúen armados en nuestro territorio.
Las instituciones que edificaron nuestros padres han sido secuestradas y ocupadas por gobernantes que violan las garantías y los derechos fundamentales de todos, trafican con el dolor del pueblo y le roban la esperanza y el futuro a los niños y a los jóvenes. Los gobernantes y los criminales que matan, secuestran y desaparecen son mitades de un mismo entero. Los poderes fácticos quieren que los mexicanos nos acostumbremos a vivir entre cadáveres y huérfanos; que nos resignemos a ser despojados de nuestros recursos naturales y que sólo agachemos la cabeza.
Tenemos un vasto y rico territorio; el talento y la capacidad creativa de mujeres y hombres en el campo y la ciudad; en la ciencia, el arte, la cultura, la industria, el deporte y muchas actividades lícitas más.
Ha llegado la hora de unirnos y organizarnos en defensa de la vida y la libertad de nuestro pueblo, con base en la ley suprema que nos heredaron nuestros antepasados, quienes lucharon junto con Cuauhtémoc y Cuitláhuac; Hidalgo, Morelos y Josefa Ortiz de Domínguez; Juárez, Prieto, Ramírez y Zaragoza; Carmen Serdán, los Flores Magón, Villa, Zapata, Rafael Buelna y Lázaro Cárdenas.

Con este indeclinable propósito,
PROCLAMAMOS:

1o. Con base en los artículos 39 y 136 de nuestra Constitución, llamamos al pueblo mexicano a liberarse de la opresión a que lo han sometido los económicamente poderosos, nacionales y extranjeros, por medio de los gobernantes que se pusieron a su servicio.
2o. Desconocemos al C. Enrique Peña Nieto como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a los Secretarios de Estado de su gabinete y al Procurador General de la República.
3o. Declaramos nulas de pleno derecho las modificaciones y mutilaciones hechas a los artículos 3o, 25, 27, 28 y otros de la Constitución, relativos a las materias laboral, energética, hacendaria, penal, electoral y de telecomunicaciones.
4o. Desconocemos a todos los legisladores, federales y locales, que aprobaron las mutilaciones a la Constitución de la República.
5o. Desconocemos a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por haberlas convalidado.
6o. Con base en el artículo 39 Constitucional, llamamos a organizarnos, formando comités comunitarios en cada caserío, poblado, barrio, colonia, centro de trabajo o de estudios, organización social, gremial o profesional y en cualquier lugar donde haya mexicanos patriotas, para analizar la situación nacional y acordar las acciones legales para recuperar el gobierno y resolver los graves problemas que aquejan al pueblo.
7o. Los comités comunitarios se coordinarán de manera horizontal, sin supeditaciones ni jerarquías de mando, cuya organización tenderá a ser eficaz; ninguno de sus miembros obtendrá pago alguno por su servicio a la comunidad, pero ésta les proveerá de los medios necesarios para que cumplan con el compromiso de servir al pueblo.
8o. Constituídos los comités comunitarios en la mayoría de los centros de población y de trabajo o estudio, la coordinación de éstos convocará a un Congreso Nacional que, con apego a la Constitución, acordará la forma y los plazos adecuados para llevar a cabo en toda la República, la elección de las personas capaces y honradas que deban asumir los cargos en todas las instituciones públicas, para que éstas sirvan realmente al pueblo y no a los intereses de los poderosos de dentro y fuera del país.
9o. Los militares patriotas en activo y retirados, deberán cumplir su juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución y defender la bandera, emblema de nuestra patria, hasta alcanzar la victoria o perder la vida.
10o. Una vez renovados los Poderes de la Unión, y restablecida la observancia de la Constitución; quienes hayan colaborado con el gobierno que contravino los principios de la Carta Magna y aquellos que hayan participado de la corrupción y en los crímenes de Estado, serán juzgados conforme al artículo 136 de la propia ley suprema.
11o. Todas las personas que, en el desempeño de un cargo público o comisión, hayan acumulado bienes materiales o en numerario que ostensiblemente excedan de las percepciones oficialmente recibidas, serán sometidos a juicio y, en su caso, se les impondrán las penas establecidas en la ley y sus bienes serán reintegrados a la hacienda pública. En caso de que los bienes mencionados hayan sido trasladados o heredados a otras personas, aunque se encuentren en el extranjero, igualmente serán reintegrados al patrimonio del pueblo.
12o. Serán liberados todos los presos políticos y aquellos que hayan delinquido debido a su extremo estado de necesidad.
13o. La Nación Mexicana, que jamás ha agredido ni agredirá a pueblo alguno, se mantendrá neutral ante cualquier guerra o conflicto armado internacional.
Siempre enarbolaremos los principios de la convivencia universal, la autodeterminación de los pueblos, el respeto al derecho ajeno y la fraternidad entre los seres humanos.

México, D. F, a 3 de junio de 2015.

Mexicanos Unidos

Lic. Gracia Moheno Verduzco, Rosa Martha Zárate Macías, Mtra. Andrea Fernández Ortega, Paloma Saiz Tejero, Marina Taibo Saiz, Lic. Mónica Sánchez Camuñas, Dra. Patricia Mancera Robles, Yolanda I. García Juárez, Profa. Diana L. López Díaz, Patricia Becerril Romero , Grecia D. Beltrán Muñoz, General Francisco Gallardo, General Samuel Lara Villa, Rogelio Naranjo, Paco Ignacio Taibo II, Lic. Jesús González Schmal, Prof. Rafael Alfaro Velasco, Prof. Fermín Domínguez López, Rigoberto Vargas Espinoza, Justino Tavares B., Dr. Jorge A. Montemayor Aldrete, MC. Pablo Ugalde, Gustavo Martínez Ordoñez, Dr. Fidel Cruz Peregrino, Lic. Lauro Jonathan Sol Orea, Arq. Sergio López Machado, Biol. Fernando Enciso Saracho, Biol. Arcadio Madera Sarmiento, Francisco Pérez Rangel, Julio César Palafox, Carlos Martínez Ayala, Antonio Ortiz Issac, Daniel A. Garibay Mar, Ernesto Cervantes Briseño, Ing. Francisco Villa Pérez, Gonzalo Aguilera Ortiz, José de Jesús Gómez Dávalos, Raúl Torres Herrera, Roberto Enriquez Rodríguez, Arq. Silverio Quintero Gutiérrez, Ignacio Ocaña Guzmán, Ing. Salvador Ruiz Villegas, Jesús A. Prado Mora, Ing. Luis G. López Díaz, Martín A. Guerrero Ibarra, Dr. Luis M. Nuñez García F, Armando Soto Baeza, Bernardo Pérez Balderas, Lic. Lamberto González Ruiz, Estelí García Fernández, Lic. Enrique González Ruiz, Lic. José Lavanderos y Lic. Felipe Edgardo Canseco Ruiz.
Responsable de la publicación: Lic. Porfirio Martínez González

 

Desplegado publicado en la Jornada, 8 de septiembre de 2008

AL PUEBLO DE MÉXICO.

Ha quedado claro. Las iniciativas de reforma en materia petrolera, tienen la única finalidad de permitir a empresas e inversionistas extranjeros intervenir y obtener ganancias, en una actividad económica, cuyo dominio directo, inalienable e imprescriptible está reservado a la Nación, por su importancia estratégica e indisoluble vinculación con la seguridad y la soberanía nacional.

El artículo 27 Constitucional dispone que «… la Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público;…» así como regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, para hacer una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidando su conservación y para lograr el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana.- «Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso, se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva. …». Seguir leyendo Desplegado publicado en la Jornada, 8 de septiembre de 2008

Denuncia penal en contra de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo

C.       PROCURADOR       GENERAL       DE       LA       REPÚBLICA.

Las        ciudadanas        y        ciudadanos        mexicanos        que        suscribimos,        en
pleno        uso        de        los        derechos        y        garantías        que        nos        confieren        la        Constitución       Política        de        los        Estados        Unidos        Mexicanos        y        las        leyes        que        de        ella        se        derivan;       señalando        como        domicilio        para        oír        y        recibir        toda        clase        de        notificaciones        en        el       despacho        36        de        la        casa        número        101        de        la        avenida        Independencia,        colonia       Centro,       Código       Postal       06050,       en       esta       Ciudad,       a       Usted,       atentamente       decimos:

PROEMIO

Con       fundamento       en       lo       dispuesto       en       los       artículos       17,       20       apartado
B        y        21        de        la        Constitución        General        de        la        República;        123        del        Código        Penal       Federal        y        2        del        Código        Federal        de        Procedimientos        Penales,        venimos        a       presentar       formal       acusación       en       contra       de       los       ciudadanos       Miguel       de       la       Madrid       Hurtado,       Carlos       Salinas       de       Gortari       y       Ernesto       Zedillo       Ponce       de       León,       quienes,       incumpliendo        obligaciones        inherentes        al        cargo        de        Presidente        de        los        Estados
Unidos        Mexicanos        y        contraviniendo        lo        expresamente        dispuesto        en        la       Constitución,        realizaron        actos        contrarios        a        los        intereses        de        la        nación        y        en       perjuicio        de        la        dignidad        humana        y        la        calidad        de        vida        de        la        mayoría        de        los       mexicanos,              por       lo       que       consideramos       cometieron       los       delitos       de       traición       a       la Patria        y        genocidio        económico,        conforme        a        las        normas        legales        arriba mencionadas        y        a        diversas        disposiciones        del        Derecho        Internacional.        Esta acusación        la        sustentamos        en        los        aspectos        fácticos        y        legales        que        a continuación       señalamos. Seguir leyendo Denuncia penal en contra de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo