Repudiamos contundentemente la cobarde agresión realizada a la sede diplomática de nuestra hermana República de Cuba este jueves 30 de abril en Washington, D.C.
Responsabilizamos directamente al presidente estadounidense Donald Trump, por su discurso de odio y la incitación a la violencia en contra de Cuba, en particular, y del mundo entero, en un absurdo intento por desviar la atención pública ante su inconmensurable incompetencia criminal para enfrentar la pandemia de Covid-19 que ha afectado ya a más de 1 millón de ciudadanos estadounidenses y ha provocado más muertes que las registradas por sus tropas invasoras en Vietnam en todo el tiempo que duró la operación, hasta el histórico triunfo del Viet Cong sobre sus tropas, justamente el 30 de abril, pero de 1975.
Es preciso recordar al gobierno estadounidense las obligaciones que tiene de protección a las sedes diplomáticas y al personal de ellas en su territorio. Es lamentable tener que recordar esto ante la grosera ignorancia e indulgencia demostradas por el gobierno del país que se precia de ser el ejemplo de libertad y democracia.
Manifestamos al pueblo hermano de Cuba y a su gobierno nuestro cariño, respeto y apoyo, hoy y siempre.
¡Viva Cuba socialista!
¡Abajo el bloqueo!
¡Hasta la victoria!