Con profundo pesar y enorme indignación recibimos la noticia del fallecimiento de doña Minerva Bello Guerrero, madre de Everardo Rodríguez Bello,uno de los 43 jóvenes normalistas desaparecidos por el gobierno genocida encabezado por Peña Nieto.
Resulta difícil imaginar la terrible tristeza que recorrió sus últimos pensamientos sabiendo que partiría sin volver a ver a su hijo. Esa misma tristeza se torna en profunda rabia que sabremos canalizar hacia los canallas culpables de tan tremendo crimen. Especialmente indignante resulta el hecho de que a uno de los responsables de la desaparición de los muchachos una universidad chiapaneca le otorgue un doctorado Honoris Causa, como si cometer crímenes de lesa humanidad fuera un enorme crédito académico.
Acompañamos en su dolor a sus deudos y a nuestros hermanos padres y madres de los jóvenes desapareciddos por el estado mexicano. Este dolor nos obliga a seguir adelante en la búsqueda de la verdad y la justicia, y así lo sabremos hacer.
¡Hasta encontrarlos!
¡No estamos todos, nos faltan 43!