El pasado fin de semana se realizó en la República Bolivariana de Venezuela el ensayo de la jornada electoral para la Asamblea Constituyente del próximo 30 de julio, a fin de asegurar que los procedimientos sean claros y que todo funcione debidamente. La respuesta del pueblo bolivariano fue contundente, mandando con esto un claro mensaje por la paz y en rechazo a la violencia de los mercenarios autodenominados «luchadores de la resistencia», eufemismo con el que pretenden lavar la imagen de grupos de corte paramilitar bajo las órdenes de una corrupta, apátrida oligarquía nacional y el imperio yanqui-sionista.

Simultáneamente, programado así como un desesperado intento de boicot a la jornada del simulacro electoral, los terroristas de la MUD intentaron organizar un ilegal y absurdo plebiscito, absolutamente manipulado, y que, a pesar de sus preparativos, resultó en un anunciado fiasco. Apenas unos pocos miles de votos; aún considerando que muchos de esos apátridas sufragaron múltiples ocasiones, con casos documentados de personas que votaron hasta siete veces en una hora, por así estar montado su teatro. En el extranjero, cosa que resulta significativa, lograron reunir más de cien mil sufragios. Aún suponiendo que estos fueran válidos y no producto de un burdo fraude, el número total de boletas colectadas no les alcanzó para librarse del ridículo a esos falsos luchadores por la democracia. Tal fue el ridículo, que terminada la jornada se apresuraron a quemar las papeletas; el propio periódico El País, debió ofrecer una disculpa pública, por hacer uso de una fotografía de las filas del simulacro oficial, luego de habérsela atribuido de mala fe, al mal llamado plebiscito y justificar la violencia en Venezuela.

Entre tanto, los criminales mercenarios continúan atacando civiles de instalaciones diversas, dejando ver su naturaleza fascista muy similar a los del grupo paramilitar armado por Israel, Estados Unidos y la OTAN, conocido como ISIS: quema de clínicas infantiles, depósitos de alimentos, unidades de transporte, escuelas y, como si no fuera suficiente terror, personas tanto civiles como miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, que han sido atacados lo mismo con armas blancas, pistolas y hasta morteros, recurriendo cada vez en más ocasiones a quemarlos vivos. Esos actos de terror solo los hemos visto en los ataques de la ya referida organización pro-sionista ISIS, su símil Boko Haram, o en algunos de los episodios más aborrecibles de la historia, como las hordas nazis, las franquistas, las fascistas, los cristeros o los sionistas ocupantes ilegales de Palestina.

Ante tales circunstancias, resulta repugnante leer comentarios de presuntos progresistas que condenan “al dictador Maduro” y llaman a apoyar a “la resistencia”, por no hablar de los burdos actos de los personeros de la derecha como los infames Fox y Calderón. Hay que ser muy caradura o muy estúpido para adoptar tales posiciones en contra de Venezuela, su gobierno y su gente.

Se podrá estar de acuerdo o no con algunas decisiones del gobierno bolivariano, puede ser incluso que se deseara otro derrotero para el proceso bolivariano, pero de ninguna manera es justificante para apoyar a las hordas fascistas que pretenden derrocar al gobierno legítimamente electo por la mayoría de ese hermano pueblo; mucho menos cuando es claro que las pretensiones detrás de esa supuesta lucha democrática son absolutamente entreguistas y contrarias a los intereses del pueblo venezolano.

En Mexicanos Unidos nos pronunciamos solidariamente en apoyo al pueblo venezolano, a su gobierno y a su proceso revolucionario, el cual entendemos que no está ni podrá estar exento de errores y contradicciones, mismas que deberán sortearse por el propio pueblo venezolano, actuando siempre en un sentido que profundice sus conquistas y permita su radicalización para acabar con el sistema capitalista en el cual se hallan todavía inmersos y, sin cuya extirpación existirá siempre la amenaza de los retrógradas.

Rechazamos absoluta y decididamente la violencia de los grupos mercenarios y la pretendida injerencia exterior sobre los asuntos que competen exclusivamente a la soberanía de Venezuela. En particular, dejamos constancia de que el bufón de Vicente Fox no representa de ninguna manera al pueblo de México, ni en relación con Venezuela ni en ningún otro asunto.

Al pueblo y al gobierno bolivarianos les hacemos llegar un fraternal y combativo abrazo y les decimos que el pueblo de México, el que lucha contra los enemigos comunes, está de su lado.

¡Fuera yanquis y sionistas de Venezuela!

¡Chávez vive, la lucha sigue!

¡Hasta la victoria!

Mexicanos Unidos