ANTE LA DETENCIÓN DOMICILIARIA DE ÁLVARO URIBE VÉLEZ, DECLARAMOS:
Este 4 de agosto la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Colombia ordenó el arresto domiciliario del expresidente Álvaro Uribe Vélez, investigado en esta ocasión por una acusación de manipulación de testigos que involucra a paramilitares y delitos como fraude procesal y soborno.
Pese a que ésta es una decisión histórica en Colombia, consideramos que apenas es el inicio de muchos procesos judiciales que Uribe Vélez tiene pendientes con la justicia colombiana e internacional y que implicarían necesariamente su encarcelamiento para ser juzgado y sentenciado por todos los delitos, crímenes y crímenes de lesa humanidad que ha cometido.
Uribe Vélez es uno de los personajes más siniestros en la historia moderna de Colombia, responsable de cientos de masacres, de miles de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, persecuciones y encarcelamientos injustos, responsable de la creación de grupos paramilitares y de tener estrechos vínculos con el narcotráfico al grado de ser clasificado en los años 80 como el narcotraficante No. 82 de una lista de los 104 más buscados del mundo elaborada por la Agencia de Inteligencia de las Fuerzas Militares de Estados Unidos.
Crímenes como el caso de la mascare de Sucumbíos del 1 de marzo de 2008 donde fueron asesinadas 25 personas entre ellas, cuatro estudiantes universitarios mexicanos a manos del Ejército colombiano y, donde Uribe reconoció ser quien ordenó el ataque, es decir, es el autor intelectual, responsable directo y asesino confeso de nuestros hijos Fernando Franco, Soren Avilés, Verónica Velázquez y Juan González y que a más de 12 años de los hechos los responsables siguen en la total impunidad; pero lo que ocurre hoy en Colombia abre un camino a la justicia.
Los vínculos delincuenciales de Uribe no sólo se limitan a Colombia, recordemos que posterior a la masacre de Sucumbíos uno de sus principales aliados en la región fue el ex presidente Felipe Calderón, quien abiertamente recibía asesoría militar que contribuyó a profundizar la violencia sistemática en nuestro país bajo la llamada “Guerra contra el Narcotráfico” y que trajo consigo casos similares a los “falsos positivos” y el uso sistemático de fosas clandestinas para ocultar los miles de asesinados y víctimas de desparición forzada que arrojó la guerra Calderonista.
Calderón no sólo aceptaba la asesoría de Uribe Vélez, sino que profundizó la estrategia de colombianización de nuestro país, lo que implicó una mayor injerencia e intervencionismo de Estados Unidos en temas de seguridad de donde surgen sucesos como el contrabando de armas “rápido y furioso”.
Calderón al igual que Uribe es culpable de miles de muertes bajo un discurso de salvación buscando justificar la violencia criminal y terrorista que implementaron desde el poder, ambos poseen serias sospechas y graves denuncias de sus vínculos con grupos paramilitares e irregulares y de su estrecha cercanía con grupos de narcotráfico; ambos tienen responsabilidad en el caso de la masacre de Sucumbíos, Uribe como principal responsable, Calderón como cómplice y protector de Uribe.
La justicia comienza a abrir un pequeño camino en Colombia, del mismo modo, debemos luchar para que la justicia se abra camino en México y se juzgue a Calderón por todos sus delitos y crímenes de los que es responsable. Somos millones que nos sumamos a la voz de alto a la impunidad de Álvaro Uribe y castigo por todos sus crímenes.
Hoy, como hace 12 años seguimos luchando por justicia para nuestros hijos y por el castigo de Uribe Vélez y de toda la cadena de mando involucrada en la llamada “Operación Fénix” donde fueron asesinados Verónica, Juan, Fernando y Soren, hoy, la justicia muestra una luz de esperanza y es labor de todos abrir ese pequeño camino para que sea una gran brecha para que todas las víctimas logremos JUSTICIA.
¡URIBE ASESINO, LA CÁRCEL TU DESTINO!
¡CASTIGO A URIBE VÉLEZ POR TODOS SUS CRIMENES!