Petición al Ejecutivo Federal en torno al genocidio del pueblo palestino

Ciudad de México, 15 de octubre de 2023
C. LIC. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Como líder de un movimiento de transformación del país, y en ejercicio de nuestro derecho de petición, el 20 de junio de 2021 le requerimos una serie de acciones para evitar que México siga siendo cómplice de los delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra que el Estado de Israel comete en contra del pueblo palestino.

Si bien se ha avanzado en el reconocimiento del Estado de Palestina, cosa que celebramos y reconocemos, mantenemos las prácticas que nos vuelven cómplices del delito de Apartheid, y numerosos crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Por lo demás, la única respuesta que recibimos a nuestra petición fue la de remitirnos a una oficina secundaria, acto que no se corresponde con la relevancia de la situación referida, ni mucho menos de la urgencia de acciones concretas, ni consideramos congruente con el humanismo al que se aspira construir como parte del proceso de transformación.

​Hechos

El 29 de Noviembre de 1947, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas emitió la resolución 181, en virtud de la cual se partió el territorio de Palestina para crear el estado de Israel en aproximadamente el 54% de ese territorio, en tanto que el 46% restante, en tres regiones discontinuas, para que los palestinos crearan su propio estado; en la votación de esa resolución, dignamente, México se abstuvo.

Ante esa imposición, pues no fueron consultados, los palestinos se resistieron, lo que derivó en una creciente ola de ataques terroristas contra su población, que culminó con una declaratoria de independencia de la población judía que había sido refugiada en las décadas previas y que anunciaba el nacimiento de Israel, el 14 de mayo de 1948. Al día siguiente, el ejército con el cual ya contaba Israel inició una guerra contra la inerme población palestina, capítulo de la historia que los palestinos conocen como Al Nakba, la catástrofe, que ocasionó la expulsión de más de setecientos cincuenta mil personas de sus aldeas y poblados, la destrucción de más de quinientas de ellas, y el asesinato de decenas de miles de personas, incluyendo ancianos, mujeres y niños, con gran saña y empleando todo tipo de armas, incluyendo lanzallamas. Al final de esa guerra que culminó en 1949, Israel se anexó no el 54% del territorio palestino que contemplaba la resolución 181, sino el 78%.

El 5 de junio de 1967 dio inicio la llamada Guerra de los Seis Días, en la cual Israel ocupó la totalidad de Palestina, así como los Altos del Golán sirios, extensiones al sur del Líbano.

A lo largo de los años, el pueblo palestino ha recurrido a todas las formas de lucha, siendo así que accedió al diálogo que derivó en los llamados Acuerdos de Oslo, en los que aceptó establecer su estado en tan solo el 22% de su territorio origina, esto es, las fronteras de facto previas a la guerra del 67.
Ante estos hechos, cuya enumeración resultaría muy extensa, la Asamblea General de la ONU, el Consejo de Seguridad del mismo organismo, así como la Corte Penal Internacional, han emitido una larga lista de resoluciones, mismas que Israel se ha negado a respetar, destacando: la propia resolución 181, pues se han omitido los derechos de ciudadanía e igualdad jurídica, así como el carácter especial conferido a la ciudad de Jerusalem y se ha imposibilitado por todos los medios la conformación del estado palestino, contenida también en esa resolución; la resolución 194, en la que se destaca la afirmativa del derecho al retorno de los refugiados por la invasión de 1948; así como otras donde se hace un constante llamado al respeto de los derechos humanos y las leyes internacionales, evitando, por ejemplo, la construcción de asentamientos en los territorios ocupados; la resolución 242 del Consejo de Seguridad, que exige la retirada de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocupados, entre muchas más.

Recordamos que además de tomar territorio por medio de la guerra (contra un pueblo sin ejército), Israel ha implantado un sistema injusto que ya ha sido categóricamente señalado como Apartheid por Desmond Tutu y Nelson Mandela, en su momento, además de otras organizaciones como Human Right Watchers. Esto significa que el régimen impuesto en Israel contempla diferentes cuerpos de leyes para distintos grupos de personas, y no mencionamos ciudadanos, pues a la población palestina no se les reconoce ciudadanía. Este hecho nos llevó a enterar al Gobierno de la Ciudad de México de la improcedencia de la participación de una empresa en el proceso de licitación que realizaron para la adquisición de servicios e insumos para el mantenimiento de la línea 1 del STC Metro, y que fue debidamente atendida por el gobierno local, derivando en el retiro de tal empresa del mencionado proceso, toda vez que, de no hacerlo, el gobierno de la Ciudad de México y sus funcionarios caerían en los supuestos contemplados en la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid, del cual México es firmante, que significa, en pocas palabras, haber sido señalados por complicidad en la comisión de tal crimen, y por lo tanto, sujetos de persecución judicial en las cortes internacionales. Saludamos la justa decisión del gobierno entonces a cargo de la Dra. Claudia Sheinbaum, quien instruyó oportunamente a los encargados de llevar adelante el proceso de adquisición para corregir la anomalía.

En estos días, tras meses de constantes provocaciones por los “colonos” israelíes, el derrumbe de casas, el asesinato diario de jóvenes y niños palestinos por parte de las fuerzas armadas de Israel, una de las organizaciones de la resistencia armada palestina, vinculada esta al grupo Hamas, ejerció su legitimo derecho a rebelarse ante la potencia ocupante, realizando un ataque a instalaciones militares israelíes en los territorios que le han sido despojados a Palestina, así como a algunos asentamientos de colonos. Sin pretender exculpar a los rebeldes por los presuntos excesos que hayan podido cometer, y que en su caso debieran ser probados y debidamente juzgados, el régimen israelí ha emprendido una campaña de exterminio, abiertamente declarada por sus líderes políticos. Es decir, hay un genocidio abiertamente anunciado en contra de la población palestina de Gaza. Al momento de redactar este escrito, esa campaña sigue, en medio de un sitio medieval que incluye la privación de agua y el impedimento de recibir cualquier tipo de la ayuda cada vez más urgente. Además, se atacan a las ambulancias, a los vehículos que transportan a la gente desplazada, hospitales, templos religiosos y barrios enteros. Así mismo, el ejército israelí utiliza contra los sitiados palestinos fósforo blanco, sustancia prohibida.

Consideraciones

Desde el año 2000, México mantiene un tratado de libre comercio con Israel, el cual incluye la contratación de servicios de asesoría y capacitación en materia de seguridad, así como la compra de software de aquel país para “vigilancia” y de armamento y equipamiento diverso. Este tratado conlleva una violación a la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen del Apartheid, que México firmó y ratificó, y que contempla en su Artículo III:

Se consideraran criminalmente responsables en el plano internacional cualquiera que sea el móvil, los particulares, los miembros de las organizaciones e instituciones y los representantes del Estado, tanto si residen en el territorio del Estado en que se perpetran los actos como en cualquier otro Estado, que
• a) Cometan los actos enumerados en el artículo II de la presente Convención, o que participen en su comisión, la inciten directamente o se confabulen para ella;
• b) Alienten o estimulen directamente la comisión del crimen de apartheid o cooperen directamente en ella.

Los métodos de control social, eufemísticamente llamados de “seguridad” que Israel vende como asesoría, así como el software, armamento y otro equipamientos que forman parte de su comercio exterior, son promovidos como “probados en el terreno”, lo cual significa que han sido empleados para la represión del pueblo palestino con fines de limpieza étnica y preservación del sistema de Apartheid, por lo que su adquisición equivale a estimular la continuidad de esas prácticas. Gran parte de los productos de exportación israelí son elaborados en territorios ocupados y utilizando mano de obra sujeta a una explotación racializada, por lo que su compra también es violatoria de la citada Convención.

Orgullosamente, nuestro país también adoptó la Carta de Argel, que se encuentra en perfecta sintonía con los principios y la tradicional práctica de las relaciones exteriores de México. Todos los derechos de los pueblos garantizados en ese instrumento son violentados por el régimen de ocupación al cual ha sido sometido el pueblo palestino. Pero en esa misma carta se establece:

Artículo 30. El restablecimiento de los derechos fundamentales de un pueblo, cuando son gravemente ignorados, es un deber que se impone a todos los miembros de la comunidad internacional.

Si nos apegamos a lo dispuesto en el Estatuto de Roma, firmado por nuestro país, encontramos las definiciones de los delitos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, de acuerdo con los artículos de dicho Estatuto. A partir de tales definiciones, afirmamos que el régimen israelí debe ser sometido a juicio en las cortes internacionales por la comisión de los delitos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

Cabe resaltar que no es posible hablar de una guerra entre Israel y Palestina, puesto que mientras al primero se le ha permitido convertirse en una potencia nuclear a la que no se obliga, como a otros países, a ser sujeta de escrutinio de las respectivas comisiones internacionales, a los palestinos no se les permite armarse.

De manera similar, las continuas acciones de limpieza étnica y apartheid observada en Israel en contra del pueblo palestino viola los Convenios de Ginebra, en particular, el Cuarto Convenio de Ginebra que contempla la situación de la población civil en conflictos armados, reiterando que no se trata de un enfrentamiento entre dos ejércitos.

No omitimos recordar que el preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, implícitamente reconoce el derecho de rebelión con las siguientes palabras: “Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión (…)”.

En consecuencia nos dirigimos a usted para corregir la situación de complicidad en que se encuentra México contribuyendo a la consolidación del sistema de Apartheid y la comisión de los delitos, que de manera abreviada citamos en las líneas anteriores, mediante acciones que permiten normalizar la imagen del estado agresor, como si se tratara de uno respetuoso del estado de derecho, pero además beneficiándolo con una relación comercial que afecta directamente al pueblo palestino, pues contribuye a la continuidad de la opresión que condenamos. Cabe citar que en el pasado reciente, el estado opresor sudafricano, el cual impuso un sistema similar en contra de la población nativa, fue aislado de la comunidad internacional (con excepción de Israel y Estados Unidos, que siguieron fortaleciendo ese sistema) en lo político, militar, económico, cultural y deportivo, hasta que ese aislamiento y la creciente participación popular, sumado a la derrota del régimen sudafricano en la guerra que culminó con la independencia de Angola y Namibia, hicieron caer el régimen separatista y la liberación de Nelson Mandela quien sería el encargado de conducir una nueva etapa en la historia de aquel país.

​Demandamos
En consecuencia de los hechos descritos y las consideraciones en materia de los instrumentos jurídicos internacionales, demandamos

1. La rescisión del Tratado de Libre Comercio con Israel, toda vez que constituye una violación a la ya citada Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid y convierte a nuestro país en cómplice de ese crimen de lesa humanidad.

2. La cancelación de todo acuerdo de cooperación en materia militar y de seguridad, en los tres niveles de gobierno, toda vez que las armas, los equipos y las técnicas que proporciona Israel por medio de tales acuerdos han sido utilizados para la comisión de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, en los términos que lo señala el Estatuto de Roma, del cual también México es firmante.

3. La expulsión de los agentes de corporaciones de espionaje israelí, que cuentan incluso con oficinas propias, toda vez que su involucramiento en crímenes de guerra en diversos países del mundo ha sido repetidamente señalado y que son asociados a la formación de grupos contrainsurgentes en nuestro país durante los gobiernos de la etapa neoliberal.

4. Un pronunciamiento contundente exigiendo el fin de la agresión militar israelí en la franja de Gaza y de la represión mediante paramilitares y fuerzas armadas en Cisjordania.

5. Exigir el fin inmediato del genocida bloqueo a la franja de Gaza.

Así mismo, queremos manifestar nuestro absoluto rechazo a las actitudes injerencistas y pedantes de la embajadora israelí en México y manifestar nuestro respaldo a nuestro gobierno.

Ciudadano Presidente, atentamente le pedimos que, congruente con la actuación que ha tenido ante la ONU, y conforme a la política de relaciones internacionales establecida en la fracción X del artículo 89 Constitucional, inicie el procedimiento respectivo, para dar por terminado el Tratado de Libre Comercio celebrado con Israel y cualquier otro acto de comercio con el régimen sionista que oprime, reprime y asesina al pueblo de Palestina.

Firman:

Asociación cívica Mexicanos Unidos.

Lic. Porfirio Martínez González
Lic. Enriqueta Chávez López
Lic. Bertha Galeana Cisneros
M. Carolina Verduzco
Profra. Teresa Morales Alvarado
C. Armando Soto Baeza
C. Francisco Pérez Rangel
Dr. Jose Enrique González Ruiz
C. Ignacio Ocaña Guzmán
C. Isaac Arauz León
Lic. Lauro Jonathan Sol Orea
Profr. Rafael R. Alfaro Velasco
C. Edgar Hernández

Suscribir la petición
Suscribo

Adhesiones

Medardo Bañuelos L
Halima Kheorrubi
Mexicanos Pro4T Nueva York
Nastasia Arbogast
María Jesús García
ANAP Guerrero
Julio Mata Montiel
Adriana Serratos
LIMEDDH
Gabriela Castellanos
Jorge Posadas
Itzamna Hernández
Rubén Jaramillo
Humberto Cabral
Eduardo Correa Senior

8 comentarios sobre “Petición al Ejecutivo Federal en torno al genocidio del pueblo palestino”

  1. Exigimos al Estado genocida sionista de Israel parar el genocidio contra el indefenso pueblo palestino.
    Fuera israelíes de tierras que no les pertenecen Palestina es para los palestinos.

  2. Los sionistas no merecen ninguna relación de ninguna especie .
    Su maldad a sido demostrada
    Son asesinos.
    Mentirosos
    Abusivos
    Hipócritas
    Discriminatorios
    Racistas
    Por alguna Razón no tienen nación
    Y fueron esparcidos por todas las naciones por Dios
    No son unas blancas palomas
    Nada más y nada menos detestan a los Cristianos y a Cristo el cuan fue conducido a la muerte por ellos .
    Los hechos hablan .
    No merecen ningún beneficio!

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