Al representante en México de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU
A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
A a Comisión Nacional de Derechos Humanos
A los organismos de defensa y promoción de los Derechos Humanos
Por este medio denunciamos el creciente ambiente de violencia en la zona triqui de Oaxaca, donde los gobiernos locales, estatal y federal, lejos de procurar condiciones que permitan resolver los conflictos que por años han asolado a las comunidades y promover un ambiente de sana y fraterna convivencia, han hecho justo lo contrario, fomentando las divisiones internas con motivaciones que nada tienen que ver con el interés de las comunidades y promoviendo proyectos depredadores de sus recursos.
En ese contexto, nos hemos enterado de un número alarmante de asesinatos de representantes y líderes de esa comunidad sin que exista una mínima intención de procurar justicia, asegurando la impunidad de los asesinos y motivando, por acción u omisión, el incremento de la violencia.
Es por ello que nos sumamos a las voces que hacen un llamado a la intervención de los organismos defensores de los Derechos Humanos, a fin de que realicen visitas de diagnóstico de las condiciones en el terreno y emitan las recomendaciones a que haya lugar, definiendo los procedimientos que permitan evaluar su aplicación, o en su caso, sancionar a los funcionarios e instituciones omisas.
A nuestros hermanos triquis de las diversas comunidades y organizaciones los invitamos a tejer los mecanismos de diálogo sincero que antepongan los intereses colectivos y no agendas partidistas o intereses de otro tipo ajenos al interés del pueblo triqui. No se trata de olvidar los agravios, sino de encontrar juntos los mecanismos de reparación de los daños y la construcción de condiciones que garanticen la no repetición y den lugar a mejores condiciones de vida para todos los triquis, según las formas que acuerden colectivamente.
A los malos gobiernos locales, estatal y federal les anunciamos que estamos y seguiremos atentos al sentido de su actuación en este caso y los responsabilizamos por no haber mostrado interés alguno en resolver los problemas, sino, por el contrario, explotarlos perversamente para sus fines electorales.
Atentamente
Asociación cívica Mexicanos Unidos